El renacer de Nokia

Siempre vivimos en el presente y no es nada fácil recordar el pasado, por lo menos en cuanto al mundo tecnológico. Porque si bien hoy consideramos a Apple como una de las grandes compañías de telefonía y tecnología a nivel mundial, hasta el año 2007 -año en que se presentó el primer iPhone-, Apple era una gran compañía más, con buenos productos como ordenadores o reproductores digitales.

Y algunos años más en el pasado, cuando Apple recién incursionaba en el mundo de los reproductores musicales, Nokia era la gran empresa de telefonía móvil por excelencia. Una empresa seria, eficiente, que invertía en tecnología y presentaba los mejores productos en el mercado, con diseños cuidados y tecnología de punta. En esa época el hardware era fundamental y era el gran diferencial de cualquier teléfono móvil. Y Nokia lo entendía a la perfección.

Pero entonces el software comenzó a tomar mayor protagonismo. Los smartphones con pantallas táctiles cambiaron el gusto del consumidor y el combo hardware-software pasó a ser lo más importante del mercado, siendo incluso más importante el sistema operativo y sus aplicaciones que el hardware en si.

Luego de varios años en los que Nokia siguió apostando por Symbian, un sistema operativo que había quedado rezagado ante los nuevos iOS de Apple y Android de Google, finalmente llegó el momento en que desde la compañía finlandesa optaron por un cambio de rumbo. El hardware sigue y seguirá siendo lo primordial para la compañía, ya que ahora -y aunque aún seguiremos viendo dispositivos Nokia con Symbian- prácticamente han decidido abandonar el negocio del software aliándose con Microsoft.

Apostando por Windows Phone 7 -y con un contrato multimillonario de por medio-, Nokia está logrando, poco a poco, volver a limpiar su imagen y renacer como una nueva Nokia. Si todo va bien, poco importará lo que sucedió en estos últimos años y poco importará lo que pensábamos de la compañía. La tecnología es actualidad. La tecnología es presente y un poco de futuro, pero el pasado siempre quedará atrás.

Si Nokia hace las cosas correctamente, aprovecha el sistema operativo de Microsoft y presenta nuevas tecnologías en hardware -como siempre lo ha hecho-, quizás vuelva a ser el gigante de la tecnología móvil que fue hace tan solo diez años atrás.