A lo largo de la historia del cine se han ido produciendo varios cambios tecnológicos que han cambiado para siempre la forma de contar historias. La aparición del sonido y el color fueron buenos síntomas de todo eso. Y la tecnología en tres dimensiones está de camino de convertirse en el próximo.
Desde que el 3D empezó a generalizarse en los cines de todo el mundo, las carteleras se están llenando de películas con efectos especiales. En algunos casos también tienen interesantes historias detrás, pero en otros se trata únicamente de vivir una experiencia visual a los espectadores que acuden a la sala.
Lo cierto es que hay películas que no tiene sentido ver en tres dimensiones. Las historias minimalistas, sin necesidad de efectos, no tienen nada que aportar con este tipo de tecnología. Por lo tanto, los directores que realizan este tipo de cine han decidido quedarse fuera del 3D, al menos de momento.
Los espectadores que acuden a las salas 3D también van buscando algo diferente. No se trata de conocer simplemente una historia y unos personajes, sino también de disfrutar de una serie de efectos que nos hagan sentirnos inmersos en la película. Los superhéroes y las catástrofes naturales son algunas de las tramas que más se prestan a esto.
Hasta ahora, las películas efectistas en 3D y las minimalistas en dos dimensiones están conviviendo amablemente en las carteleras de cine. De momento el público demanda ambos tipod de cine, pero existe la posibilidad de que las cosas cambien con el tiempo.
Cuando el 3D llegue a generalizarse por completo, es probable que se llegue a un término medio entre las películas que se centran en la historia y las que lo hacen en los efectos especiales, dando paso a una nueva forma de entender el cine.
Juampy says
Por mi parte tengo que decir que prefiero mil veces el cine convencional (para cualquier tipo de películas). No me convnece mucho el 3D…