Varias semanas atrás el hackeo a Playstation Network fue una de las noticias sobre seguridad en Internet que más sorprendió en la red. Y es que la facilidad con la cual accedieron a miles de cuentas de distintos usuarios del mundo fue un dato alarmante. Los damnificados, indefensos y sin respuestas concretas por parte de Sony, tuvieron que cancelar cuentas, tarjetas de crédito y cambiar claves para no encontrarse con ninguna sorpresa desagradable.
Pero si bien el caso de Sony fue uno de los más significativos de los últimos tiempos, en parte por ser una compañía muy reconocida, además de afectar a una gran cantidad de usuarios y por el tiempo que se tardó en solucionar el problema y reabrir dicho servicio, la realidad es que los hackers continúan sus andanzas accediendo a distintas cuentas o servicios de otras entidades.
Nintendo ha declarado haber sido hackeada aunque aseguran que no llegaron a acceder a la información de sus usuarios. Otras empresas como Apple también sufrieron ataques de hackers y uno de los últimos ataques sucedió ayer 4 de julio –día de la independencia de Estados Unidos–, cuando un grupo de hackers accedió a la cuenta de Twitter de Fox News y reportó que el presidente Obama había muerto.
Hoy más que nunca la seguridad de Internet está puesta en duda. A los hackers les resulta muy fácil acceder a las cuentas de usuarios de grandes compañías mundiales. Esto, sumado a cada vez se unifican más los sistemas de pago electrónicos, además que constantemente dejamos información –casi inconscientemente– en distintas páginas o aplicaciones, así prácticamente toda nuestra vida está en Internet. Por estos motivos, no sabemos a ciencia cierta hasta qué punto nuestros datos o nuestra seguridad económica está o se mantendrá asegurada.