Hace dos años, el GPS era el regalo de moda. Incluso se utilizaba el nombre de un fabricante para referirse a ellos: no se regalaban navegadores, se regalaban TomTom. Pero las tablets y los móviles están acabando con este mercado.
Las ventas han caído un 25%. Migajas comparado con los casi 500 millones de móviles inteligentes que se prevé vender en 2011.
TomTom está atravesando una dura crisis. Sus acciones se han desplomado un 54% desde enero. Al norteamericano Garmin no le va mejor y ha tenido que bajar precios.
Y es que el dinero es lo que tira para atrás. Google y Nokia ofrecen mapas gratis en sus móviles y existen decenas de aplicaciones por 20 o 30 euros.
El GPS tampoco se utiliza demasiado. TomTom, Garmin y la taiwanesa MiTac, fabricante de la marca Mio, tampoco han sabido convencer con servicios atractivos para que merezca la pena no usar el móvil.
La competencia en este sentido es muy fuerte. La aplicación más básica de TomTom en la tienda de Apple cuesta 50 euros, pero por 20 la firma Sygic propone una alternativa decente, y los hay incluso gratis. Además, decenas de proyectos están surgiendo en torno a los mapas y se ofrencen datos en tiempo real. El proyecto de software libre OpenStreetMap, una especie de Wikipedia de mapas, ya es utilizado por varias aplicaciones de navegación GPS. Y Waze, un programa gratuito, añade una capa social en la que los miembros avisan en tiempo real de los problemas de tráfico.
Y parece que no habrá vuelta atrás. En Estados Unidos se venía gestando desde el año 2009. Allí, más del 50% de los que utilizan mapas de navegación en el coche lo hacen ya con su teléfono inteligente. En Europa, los datos superan ya el 20%. En total, 65 millones de consumidores en todo el mundo han dejado de utilizar sus navegadores en favor de los móviles.