Word, Excell y Power Point han sido desarrollados desde cero, con un resultado exquisito, donde no falta ninguna opción para poder crear documentos o editarlos casi tan fácil como lo haríamos con un ordenador. Como decíamos las aplicaciones son gratuitas para su descarga, pero se encuentran limitadas a ser meros visualizadores de documentos creados en otros dispositivos, no podemos ni crear nuevos ni editarlos, a no ser que paguemos una suscripción a Office 365, que se ofrece como compra in-App por 100€ anuales o si lo preferimos, 10€ al mes (también se puede comprar por otros canales, no necesariamente dentro de la aplicación).
No todo va a ser malo, es cierto que el precio es alto, pero no sólo nos abre las aplicaciones de iPad. Office 365 también incluye 5 versiones de escritorio, 20GB adicionales en Skydrive, acceso a las aplicaciones móviles, sincronización de documentos en la nube, 60 minutos de llamadas a través de Skype entre otras ventajas. Es un paquete completo, así que hay que pensar si el coste anual compensa esas ventajas. Si somos estudiantes universitarios lo tenemos más fácil, porque por 80€ la suscripción se alargará por cuatro años (aunque no podremos usar Office en tantos dispositivos).
Con la llegada de Office para iPad, las versiones de Office de iPhone y Android pasan a no necesitar de esa suscripción anual, aunque no son tan potentes como la versión del tablet de Apple es una buena noticia.
Microsoft lo tiene algo difícil para convencer a los usuarios para que pasen por su modelo de suscripción, habiendo muchas alternativas en la tienda de Apple. Sin ir más lejos, Google y Apple ofrecen sus aplicaciones de forma gratuita (en el caso de Apple necesitas comprar un nuevo dispositivo iOS) y sin necesidad de pagar esa suscripción.
Más información | Office